Tal vez tengas la impresión de que solo se puede dar coaching en algunas ocasiones, por ejemplo: Cuando se fijan objetivos; Cuando se delega; Cuando se trabaja con personal nuevo, etc.
Eso es cierto muchas veces, pero en AU Consultores pensamos que el coaching no atañe únicamente a directores ni situaciones de trabajo. A cualquier persona puede surgirle una oportunidad para dar coaching. Por ejemplo:
- Durante ocasiones formales, tales como una evalución de rendimiento
- Informales, como intervenciones ad hoc,
- Con colegas, con el jefe, compañeros de equipo, compañeros de otras secciones, trabajadores propios o de fuera de la organización e incluso con la familia de uno
- con personas individuales o grupos de personas
En AU Consultores entendemos que el coaching puede realizarse transfiriendo conocimientos y habilidades a las personas, pero también ayudándoles a reconocer su propio potencial y a mejorar sus habilidades. No se trata de dedicar mucho tiempo a las personas sino de la calidad de esa dedicación.
Situaciones apropiadas
Se te presenta una oportunidad para dar coaching cuando:
- Alguien te pregunta cómo puede hacer algo
- Otras personas te piden consejos
- Alguien dice que no es capaz de realizar determinada tarea
- Se te pide que des tu opinión o se te requiere que decidas algo
- Ves que determinada tarea o trabajo puede hacerse más rápido, mejor o más barato
- Se cometen errores
De hecho, cualquier situación donde quieras que los trabajadores mejoren sus habilidades, capacidad y desempeño general es una buena ocasión para el coaching.
Situaciones inapropiadas
- El coaching no es apropiado cuando:
- En situaciones de emergencia que requieren acción inmediata (Después, no dejes de analizar el caso y las enseñanzas que se han recogido)
- Cuando, en realidad, las personas no desean recibir coaching
- Cuando se está imponiendo un cambio en toda la organización por la fuerza
- En situaciones donde se han tomado formalmente medidas disciplinarias
¿Funcionará siempre?
No. Especialmente:
- En un ambiente donde se les dice a los trabajadores qué deben hacer, se les deja poca libertad de decisión y se les castiga por equivocarse
- En un ambiente cargado de temores
- Cuando la relación entre el coach y las otras personas no es buena (Por sí solo, el coaching no puede mejorar una relación que es mala)
- Cuando se les obliga a los trabajadores a formarse (coaching es un proceso de reprocidad)
- Cuando los trabajadores no creen en en el coaching (y si tu estilo e inclinación natural te hacen mandar, entonces tampoco te sentirás cómodo dando coaching ni con el espíritu que lo anima)
- Si tienes que dirigir o supervisar a demasiadas personas
- Cuando los trabajadores siguen diferentes programas, persiguen diferentes metas, o no se ponen de acuerdo sobre lo que deben lograr
En AU Consultores llevamos años ayudando a las empresas con sesiones de coaching. ¡Si se mejora a los trabajadores y su productividad, habrá mejorado la línea básica de la empresa!